Pero la excelencia en entregar un servicio de calidad no solamente se logra por la cercanía que logramos con cada uno de nuestros clientes, sino que también por la confianza que logramos transmitir a la hora de hacer lo que no se ve, y que tiene que ver con la prolijidad en los diferentes procesos internos. Es parte de lo que hace que la experiencia de inversión del cliente sea completa y totalmente diferenciada.
Con lo anterior me refiero a que, para mí, todo lo que involucra la asesoría y las inversiones de mis clientes propiamente tal son mi única prioridad. De esta forma, en mi objetivo de querer entregar este servicio de excelencia, considero que todas las decisiones de inversión y procesos operativos involucrados deben tener un sustento lógico, ser controlados y estar re-chequeados, de manera de eliminar cualquier posibilidad de error y cumplir con las expectativas de mis clientes (y a su vez lograr mi propia tranquilidad).
Al lograr transmitir a nuestros clientes que queremos construir una relación de largo plazo, basada principalmente en la cercanía y confianza, y con un control exhaustivo de todo lo que involucran las decisiones y procesos de inversión - como si se trataran de nuestros propios ahorros-, se termina por establecer un vínculo mucho más allá de lo meramente transaccional, que es el fin último que me mueve día a día dentro de Noosa.
Éste es el elemento más diferenciador que puedo entregar: La excelencia en el servicio.